Después de haber disfrutado un buen tiempo de la comodidad de tu sillón, llegará el momento de rellenarlo. Este proceso es inevitable, debido a la propia naturaleza de las bolitas de poliestireno expandido con las que están rellenos.
Seguramente te estarás preguntando ¿Después de cuánto tiempo hay que hacerlo? Eso dependerá del uso que le hayas dado y ¿Cuándo es el momento? Eso es a gusto de quien lo usa, pero notarás que ya luce “desinflado” o pierde comodidad al sentarse.
La buena noticia es que es un proceso muy sencillo de realizar y con ello tendrás tu sillón listo para seguir disfrutándolo.
Para comenzar, deberás buscar el relleno. Debes pedirlo como perlas de poliestireno. Existen muchas opciones de dónde conseguirlo, tanto en tiendas físicas como ferreterías o en los Homecenter. También lo puedes conseguir en tiendas online. También lo puedes comprar en nuestra tienda en línea y te proporcionaremos un material de mejor calidad.
Respecto a esto último, te preguntarás ¿Qué diferencias de calidad existe en las perlas de poliestireno? Pues bien, el factor fundamental tiene que ver con su densidad. El material puedes encontrarlo desde una densidad 8 hasta 25 kg/m3. Nosotros utilizamos y recomendamos relleno de 15 kg/m3 para mayor durabilidad y asegurar que los sillones sigan siendo livianos y fáciles de transportar.
Por otra parte, ¿cuánto material utilizar? Cuando hablamos de rellenar un sillón no queremos llenarlo partiendo de cero; por tanto, para rellenarlo la mayoría de los sillones de tamaño medio, con una bolsa de 100 litros debería ser más que suficiente en casi cualquier caso, y con dos bolsas de 100 litros prácticamente ningún sillón necesitaría más relleno.
¿Cómo rellenarlo? Te recomendamos seguir estos 3 simples pasos:
- Dale la vuelta al sillón y abre el cierre. En este paso es posible que te encuentres con un segundo cierre o con bolsas contenedoras interiores:
- En el primer caso abres el segundo cierre y ya estás listo para cargar.
- Si tiene bolsas contenedoras, es necesario retirar las bolsas y rellenarlas una a una.
- 2.Abre la bolsa con el relleno con mucho cuidado de no hacer aspavientos ni dar golpes para que no salten las bolitas. No necesitas una boca grande; es más: cuanto más pequeña es mejor. Por eso otra idea es no abrirla por arriba sino voltear la bolsa y cortarle una esquinita en diagonal y utilizar esa pequeña abertura para descargar el relleno.
- Mientras una persona toma la abertura del puff la otra toma la bolsa y rellena.
Debes ir calculando cuándo es suficiente. En caso de duda parar antes, cerrar el sillón y ver cómo queda. Si no es suficiente siempre es más fácil echar más que tener que quitar.
Luego de esto ya tienes tu sillón listo para seguir disfrutándolo como si fuera nuevo.